Francia está reconocida mundialmente entre los países del mundo con mayor patrimonio cultural, la mayoría proveniente de su gastronomía, que se caracteriza por ser deliciosa, elegante en la presentación, y además por contar con una impresionante variedad. Lo que la ha logrado posicionar entre las más valorados y solicitadas en todo el mundo. Si estas aprendiendo francés, no todo es vocabulario y gramática, ya que una parte importante de incluirse en la cultura francesa es la historia culinaria y el conocimiento de algunos platos típicos como es el caso de las crepes francesas.
Las crepes son consideradas un verdadero patrimonio cultural francés, e incluso un embajador en la cocina de este país en todo el mundo. Esta rica receta logra ser tan versátil y posee tantas variantes que puede llegar a servirse con un sinfín de acompañantes tantos dulces como salados, el origen de la palabra francesa crêpe, viene en realidad de la palabra en latín crispus, la cual traducida al español sería algo como crespo.
Las crepes francesas, uno de los mayores patrimonios culturales y culinarios del país

Las crêpes son unas delgadas tortitas hechas fundamentalmente de harina de trigo, huevos, aceite, sal, leche y azúcar, en un diámetro aproximado de 16 cm, las cuales son tan versátiles que pueden servirse con acompañamientos tantos dulces como salados, y puede llegar ser desde la comida principal hasta el postre.
Historia de Las crepes francesas
Esta deliciosa tortita actualmente es uno de los platos más consumidos diariamente en todo el país, e incluso según la región del país donde se consuma se le conocen con otros nombres, como por ejemplo al oeste francés en ocasiones se les llaman krampouezh, en Europa central se les conoce como palačinka, generalmente en países como Croacia, República Checa y serbia, y otros nombres menos usados como palatschinken en Austria, palachinca en Bulgaria, palacsinta en Hungría, pfannkuchen en Alemania y pannenkoeken en neerlandés.
Este rico plato francés es originario de la región Bretaña, ubicada en la península del noroeste de Europa continental, en la época del imperio romano, cuando que se dice que gracias a las cruzadas del siglo XIII se introduce una nueva especie de cereal vegetal muy usado en el oriente medio, llamado trigo sarraceno o alforfón, a partir del cual se crea la famosa receta de la crepe.
El los orígenes de las crepes, el trigo sarraceno fue el verdadero protagonista, cuyo nombre nace de su procedencia desde el oriente y cierto estigma racista que hacía que los europeos conocieran a los islamitas del medio oriente como sarracenos, de una forma un poca despectiva. Inicialmente la receta de las crepes nada de la necesidad de emplear esta clase de rubro que solía a la época ser más económico debido que no ameritaba el pago de impuestos como era el caso de otras clases de cereales de uso común.
Con el paso del tiempo la receta creada a base del alforfón termino por dar un completo giro gastronómico y se convirtió en una de los platos europeos más famosos, que fue evolucionando a las dos variantes principales existentes, una es la crêpe típica realizada a base de harina de trigo craneal generalmente dulce y otra las famosas galettes, que se realizan del trigo sarraceno o alforfón y son en términos generales ideales para rellenos salados.
¿Por qué se le conoce a este plato como la crêpe Suzette?
El nombre crêpe Suzette, tiene un origen bastante curioso, todo proviene de la ciudad de parís del de los fines de años 1800, cuando la monarquía europea formaba uno de los pilares fundamentales d la sociedad, se dice que todo el nombre y la leyenda viene desde una visita del rey británico Eduardo VII a la ciudad, durante esta visita el rey se ve embelesado con la belleza de una joven llamada Suzette a la cual invita a una exquisita comida que tiene de postre un plato de crepes.
Se dice que durante esta exquisita comida ocurrió un descuido por parte del cocinero, quien sin querer termina incendiando el licor de naranja de la crepe y forma un espectáculo para el rey quien además de estar fascinado por la joven y acalorado por la crepe flameada termina por nombrar el exquisito y peculiar plato como crepe Suzette.
si viajas a Francia a poner en practica tu nivel de francés, no pierdas la oportunidad de degustar las verdaderas crepes francesas, ya sean en su versión salada, o en sus más populares versiones dulces con frutas, mermeladas o chocolates son una verdadera exquisitez. A continuación un vídeo relacionado a las crepes francesas que no te puedes perder.